Dioses
Hesíodo, en su Teogonía, nos cuenta el origen de los dioses: en primer lugar existió el Caos, del que surgió Gea y algunos otros seres primordiales como Eros (amor) o el Abismo (tártaro). Gea dio a luz a Urano, con quien luego alumbró a los y las Titanes, a los Cíclopes y a los Hecatonquiros. Pero Cronos, el titán más joven, castró a su padre con una hoz porque éste retenía a sus hijos en el vientre de Gea, sin dejarlos salir. De la sangre que cayó, nacieron las Erinias, los Gigantes y las Ninfas; del semen que cayó al mar nació Afrodita. Los descendientes de la unión entre Gea y Urano son los llamados la primera generación.
La segunda generación está compuesta por los hijos de los titanes Cronos y Rea, que son: Poseidón, Hades, Zeus, Deméter, Hestia y Hera. Cronos se tragaba a sus hijos según nacían, pero cuando Rea concibió a Zeus, lo llevó a Creta y fue criado por una cabra. Cuando se hizo mayor, engañó a su padre y le hizo tomar una pócima vomitiva que le había dado Metis, de manera que Cronos vomitó a sus hijos. Se desarrolló entonces la titanomaquia, una guerra de 10 años entre Cronos (ayudado por los titanes) y Zeus (con la ayuda de sus hermanos, los Cíclopes y los Hecatonquiros. El bando de Zeus ganó la batalla, lo que dio lugar al reinado de los dioses olímpicos.
Más información:
Dioses de la primera y segunda generación
Los dioses olímpicos (3ª generación)
Las Panateneas
En las Panateneas, el festival más grande de Atenas celebrado una en el mes de Hecatombeón en honor a la diosa Atenea, se hacía una procesión a través del ágora hacia la Acrópolis. Aquí se seguían una serie de sacrificios dedicados a los dioses. En primer lugar, el sacerdote mojaba el altar y a los participantes con agua en el exterior del santuario, tras lo cual cortaba un mechón de pelo de un animal y lo quemaba en una hoguera. Entonces degollaba al animal y recogía la sangre en un plato, ofrecida como ofrenda en el altar junto a las partes no comestibles. La noche anterior al ritual, los jóvenes realizaban un festival nocturno llamado pannychis en el que se hacían ritos, banquetes y danzas.
Las Pequeñas Panateneas anuales se distinguían de las Grandes Panateneas, que tenían lugar en el tercer año de cada olimpíada. Éstas incluían competiciones atléticas y musicales y duraban varios días.
Las Grandes Dionisias
Las Grandes Dionisias eran las celebraciones más importantes dedicadas al dios Dionisos, que incluían representaciones dramáticas. Se celebraban en Atenas en el mes de Elafebolion (marzo). El primer día se desfilaba en procesión transportando la imagen de Dionisos. Al frente iban los sacerdotes, los coregos y los magistrados de la ciudad. Detrás de ellos, marchaban los efebos, un grupo de jóvenes atenienses armados que formaban la guardia de la estatua. Detrás de todos estos, estaban las canéfonas, doncellas que llevaban canastos con fruta. A éstas les seguían hombres disfrazados de sátiros, silenos y panes; detrás, unos sacerdotes llamados falóforos entonaban estrofas fálicas. Finalmente, los italóforos, vestidos de mujer, imitaban las andaduras de los borrachos.
Los días siguientes tenían lugar los certámenes teatrales: por la mañana, una tetralogía, y por la tarde una comedia. Las Grandes Dionisias constituían una muy buena ocasión para que los dramaturgos se dieran a conocer y adquirieran fama. Vestidos de sátiros, los actores representaban la pasión y muerte de Dionisos.
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